El proyecto busca transformar el eje longitudinal a lo largo de la playa, pasando de una frontera simple a un medio de viaje a varias áreas de la ciudad. El objetivo es romper la discontinuidad del acceso que en la actualidad existe en una parte de la playa, provocado tanto por el desarrollo de la ciudad, como por las entidades privadas y las entidades públicas que bloquean los caminos de peatones a ambos lados de la bahía. 

El proyecto permitiría a las personas navegar sin obstáculos físicos y políticos a lo largo de los espacios abiertos. Como complemento de movilidad, se propone una variedad de instalaciones para actividades comerciales y de servicios que reactivarían el vecindario. 

​

En cada extremo de la playa, se proponen dos grandes instalaciones urbanas como hitos del proyecto. La implementación de estos elementos diversificaría y enriquecería la vida de la ciudad. Estas nuevas áreas turísticas buscarían atraer nuevos visitantes , creando una sensación de recuperación y experiencia positiva de los espacios públicos destinados para la comunidad local.